Promover la ambición de la Nueva Economía

La economía circular, un modelo sostenible de producción y consumo, es el pilar de la acción por el clima. Y, sin embargo, no le tomamos con la seriedad que se merece.

La mitigación del cambio climático nos invita a replantearnos nuestro modo de trabajar y vivir. Si consideramos que el 70 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero están relacionadas con la extracción de materias primas de la Tierra y su procesamiento, la transición a un modelo de producción y consumo de productos que sea más sostenible resulta imperativa. En una economía circular, los residuos (como el calor y las aguas residuales) se aprovechan como recursos, lo que cierra el círculo de los ciclos de vida de los productos.

Estamos hablando de un gran desafío. Según el último Circularity Gap Report, se consumen al año 100 mil millones de toneladas de materiales, de los cuales se desperdicia más del 90 %. Catherine Chevauché, presidenta del comité de ISO a cargo de la elaboración de la primera Norma Internacional sobre economía circular, afirma que no hay tiempo que perder para cerrar el círculo, aunque los gobiernos, las organizaciones y los individuos no están actuando con la suficiente rapidez. No titubea a la hora de calificarlo de «emergencia».

                                                       

«La cuestión es el tiempo. Tenemos que hacer más, y tenemos que hacerlo más rápido», afirma. «Sin embargo, es complicado cambiar la forma de hacer las cosas cuando se lleva haciendo así desde la Revolución Industrial y ya tenemos este modo de pensar. Lograr cambiarlo, y además en muy poco tiempo... no sé si será posible, ipero lo intentamos!».

Cerrar, estrechar y ralentizar el círculo

Para cerrar el círculo debemos dejar atrás nuestro arraigado modelo de producción y consumo (la «economía lineal»).

Entre otras dificultades, las organizaciones deben estar preparadas para poder responder a las posibles exigencias de las partes interesadas y así poder seguir optando a utilidades a corto plazo al costo que sea, a medida que dan el giro a este nuevo paradigma más sostenible.

Consumimos en exceso y demasiado rápido.

No obstante, no basta con cerrar el círculo. Consumimos en exceso y demasiado rápido. A falta de avances milagrosos en tecnología de reciclado que permitan la reutilización del 100

% de los materiales, esta conducta es insostenible. Chevauche explica cómo corremos el riesgo real de extinguir los recursos finitos de la Tierra si seguimos actuando como hasta ahora. «Si cerramos el círculo sin estudiar qué estamos haciendo en el origen, tenemos un problema», afirma. «Solo tenemos un planeta».

Atisbo de esperanza

Pese a la magnitud del desafío, tenemos motivos para ser optimistas. Intervenciones de políticas como, por ejemplo, el Green New Deal de la Unión Europea para el crecimiento sostenible, incluyen la economía circular como «piedra angular» clave para la recuperación económica de la COVID-19. El gobierno de Países Baios pretende conseguir una circularidad del 50% de aquí a 2030 y una economía totalmente libre de residuos para 2050. El gobierno de Japón brinda reconocimiento a las empresas que cierren el círculo con su Desafío de economía circular, mientras que Brasil tiene previsto inaugurar este año su primer laboratorio de economía circular en Fernando de Noronha.

Pese a la magnitud del desafío, tenemos motivos para ser optimistas.

Entretanto, en ISO, el comité técnico para la economía circular está elaborando su paquete de normas sobre economía circular con mayor sentido de urgencia. En lugar de elaborar las normas de una en una, ISO preparará borradores de normas en paralelo en un periodo de tres años. Estas normas se publicarán a principios de 2024. La comunidad internacional ha manifestado su apoyo rotundo a la economía circular: el número de países miembros que participan en este desarrollo de normas ha pasado de 40 a 85.

La publicación de las normas será un importante hito en la transición hacia un mundo más sostenible en el que los residuos se reduzcan y reutilicen, y proporcionan a organizaciones de cualquier rincón del mundo la información que necesitan para emprender el cambio a la circularidad.